martes

Dibújame

Inventa un cielo para mí.
Como tú quieras, sólo piensa, crea, construye. Siempre se te dio bien.
Bueno... como tú quieras no. Sólo pongo una condición. Nada de nubarrones grises, no me gustaría tener que andar por ahí descalza, sintiendo la lluvia a punto de caer mojar mis pies a través del tacto de algodón. No, definitivamente nada de gris... Me haría recordar demasiadas cosas tristes, terminaría por teñirme de gris a mí también.

Quiero azul. Mucho azul. Un azul intenso, piensa, busca uno que te guste, invéntalo para mí. Y píntalo todo, o no, como te apetezca. Siéntelo cubrir tu piel, mánchame, salpícame de azul, de verde, de blanco... El rojo también es un color bonito... pero no es un color apropiado para un cielo, ¿no? Quizá puedas guardarme un poco para los atardeceres, sí, creo que sería una buena idea.

En los atardeceres, me subiría a las pequeñas nubes (recuerda, nada de grises), esponjosas, redondeadas, y lo miraría todo desde ahí arriba. Vería el mundo teñirse de rojo bajo mis pies, colgando entre mi vacío y yo. Y después, estoy segura, una luna enorme aparecería para alumbrar las noches. Una luna enorme... grandísima, blanca y llena, por favor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

quiero una nube tan grande como tu sonrisa :)

la bellevilloise dijo...

bonita entrada y blog!
saludos!