Como todo, hoy. Quién me lo iba a decir.
Gris, azul, oscuro, muy oscuro. Casi negro.
Como todo lo que me viene a la cabeza, como la grieta que se abre por delante y me atrapa, y me incita a caer, y a llevarme todo conmigo.
Días en los que me pongo a pensar, a recordar, a imaginar, y siento cómo las ganas de desaparecer crecen dentro de mí, y a la vez siento que necesito algo a lo que agarrarme para poder seguir siendo yo.
Días de darle al pause, o de acelerar el tiempo para barrer rápidamente este lunes y desterrarlo a alguna esquinita inaccesible de mi mente, donde no pueda molestar.
Días grises, como en la canción, y días de siesta, y de dormir abrazados, y de sentir una manta por encima y creer que todo está solucionado, que nos salvará de todo, que no dejará entrar nada que pueda hacernos daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario