domingo

Tren de medianoche

Sí, aquí estoy. Mi respiración se condensa en miles de suspiros, escapa llevándose consigo todas las palabras que nunca dijimos, todos los besos que quedaron escondidos en la comisura de los labios.
Y ahora qué. Estoy aquí, sentada al borde del vacío. Mis pies cuelgan sobre estas líneas, balanceándose caprichosos sobre palabras sin sentido. El vértigo se instala en mi corazón, en el lugar donde una vez debiste quedarte tú. 
Duele, pero tú me dueles mucho más. Recuerdo tus ojos devorando el espacio entre nosotros, tus manos hablando el mismo lenguaje que mi cuerpo.
Frío. No sé si te echo de menos o simplemente ya estás de más.
Ahora me toca a mí. Llevaré conmigo las palabras y dejaré los recuerdos, pesan demasiado para un viaje tan largo. Puedes quedártelos, tirarlos, encerrarlos bajo llave.
No me busques, es tarde. 
Ya salió mi tren de medianoche.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pasada de texto eme! i love it!

Anónimo dijo...

:) un tren de medianoche...