viernes

Palabras

Me encantan las palabras. Jugar con ellas, unir letra a letra y darle sentido a todo, darles alas y hacerlas volar, imaginarlas... Y sobre todo, creo que lo mejor de todo es escogerlas, seleccionarlas una a una y después moldearlas, darles forma, suaves, maleables.

A veces, siento que es más bonito contar una historia que vivirla... Vives lo que te toca, siguiendo ese camino que llaman destino a oscuras y con los ojos tapados, guiada simplemente por la incertidumbre de cuál será la próxima parada... Sin embargo, las historias las creas tú. Sólo tú sabes lo que quieres contar, y sabes que puedes hacerlo a tu antojo, coger el boli o posar las manos sobre el teclado y dejar que se muevan solas, automáticas, buscando ávidamente letras para seguir soñando.

Y así, siempre hay letras que me gustan más que otras.
A de amor,un amor inolvidable grabado a fuego en un corazón, de un adiós que duele, pero que se asume con el tiempo. De amigos que con una mirada entienden, que con una palabra curan... De andar, siempre a tientas pero hacia adelante, sin miedo a caer, preparada para volver a levantarse.
P de pasión, de pude, puedo y podré, del porqué que tantas veces anduvimos buscando a oscuras.
S del silencio... ese silencio en el que una mirada habla más que las palabras, que huyen buscando a alguien que sí las necesite; de sonrisas a escondidas en cualquier rincón, de suerte. S de siempre, y siempre de la mano con nunca... Del sol eterno del verano que se posa en mi piel y saluda desde lo alto, de sol, y de sola,y de sueños que navegan esperando llegar a buen puerto.

Y así, podría seguir una a una, buscando palabras que me hagan sonreír, recordar, soñar.
J... de juegos de dos cuerpos que se buscan a tientas, de un jamás anegado en lágrimas, de ti, de mi, de tantas cosas.
...y H de historias que me hagan volar, y O de olas, de oír las olas romper en una playa desierta, de la mano, respirando al compás.
D de detalles que despiertan una sonrisa y alegran el día más frío y gris, de dormir abrazados; y C de cuentos narrados al oído a la luz de la luna, y así hasta el infinito.

Son sólo letras escritas en una pantalla, pero y qué... A veces, lo más bonito es también lo más simple.

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