Pasar una noche en esa casa, digamos mágica, era todo un reto. Y más, si se trataba de Halloween. Así que allá que fuimos, las dos valientes y las dos miedosillas -que acabamos incluso viendo una peli de "miedo".
Kilos de maquillaje, sangre, ojeras y ganas de una noche que se preveía genial. Y calabazas, claro. Maléficas...
Et voilà, welcome to Halloween...
Por muchos días más como ese, por muchas más cenas, y confidencias, y ciudades por descubrir.
2 comentarios:
Por mil más!! :)
Me encanta (L) os quiero mucho mucho mucho!
Ame la foto del piano, esta grandiosa!
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