Cuando se producen ciertos cambios en la vida de una persona, inevitablemente, casi sin pensarlo, tendemos a comparar. Comparamos casas, coches, novios, inventamos y buscamos en los detalles más estúpidos o insignificantes nuevos "parámetros" que comparar.
Es gracioso... Es gracioso porque tendemos a hacerlo, supuestamente llevados por la racionalidad del ser humano, y todas esas tonterías. Y digo tonterías porque en realidad lo son. Si nos paramos a pensarlo, es estúpido comparar cualidades, no somos manzanas que vayan a peso.
Y sí, a veces deberíamos darnos cuenta de que colocar en una balanza imaginaria cosas tan diferentes como dos personas e intentar hacer que el lado que tú quieres pese más, suele ser más complicado de lo que parece.
3 comentarios:
Me siento identificadísima... siempre me comparo y siempre me pongo en el peor lugar...
http://myloveinthebin.blogspot.com/
y no nos damos cuenta que las comparaciones son odiosas :(
^^
un besazobonita!
y tanto que lo son... !!!
Publicar un comentario