lunes

Recuerdos envueltos en suspiros de alcohol, en la suave inconsciencia etílica que estimula los polos opuestos y los incita a atraerse.
Por lo visto, la incoherencia es la base de mi propia ciencia.
Soy algo así como una Alicia atrapada antes de entrar a su propio País de las Maravillas, ahogándose en esa habitación en la que ella es demasiado grande al principio, y encoge después hasta hacerse tan pequeña que se vuelve casi invisible. Solo que yo sigo aquí, alguien se olvidó de darme la llave para abrir la puerta.

1 comentario:

L. dijo...

''Bebe'', y encógete hasta estaba por el hueco de la cerradura o por debajo de la puerta, o ''come'' y crece, y destruye esa habitación que te atrapa.