viernes

Té caliente

Siento un nudo en el estómago. Necesito una bebida caliente, un té, incluso un café de esos que tanto odio, que caliente mis manos y trate de deshacerlo, aunque sea sólo un poquito, y ver cómo el humo asciende hasta mí y se lleva consigo mis ideas, mis pensamientos, todo. 

No dejes nada, ni bueno ni malo. Supongo que con cada pensamiento que, humeante, apartes de mí, que vea ascender en columnas hacia quién sabe dónde, iré quedándome un poquito más fría cada vez, más vacía.
Pero no desistas.
Vacíame, llévate con cada trago todo lo que duele. Un trago, mis recuerdos; dos tragos, el dolor; tres tragos, mis ganas. Total, yo para qué las quiero.
Llévate mi memoria, mis ganas de llorar, de reír, y haz lo que quieras con ellas.
Yo, mientras tanto, iré enfriando, cada vez más, perdiendo con cada sorbito el calor de todo lo que soy.
Seguiré aquí, buscando el calor que me caliente las manos y me enfríe el corazón.

2 comentarios:

La Chica del Blog dijo...

Hola!
Te sigo el blog,
espero que también lo hagas :)
Saludos :)

Eme. dijo...

Gracias ;)
Tu blog también me encanta !