lunes

Tacones rojos


No sé dónde estoy, no sé qué hago aquí. Ni siquiera veo nada más allá de estas cuatro paredes, no conozco ahora más sonido que el de las teclas que pulsan mis dedos, rápidos, artífices de sinuosas palabras que poco a poco se dibujan ante mí. Letras, dibujos, formas que van tomando sentido al unirse, como cuando se ensamblan las piezas, con cuidado, lento, suave, esto aquí y eso allá, y de pronto... aparece el resultado ante tus ojos, orgullosos, brillantes.

Un sonido. Gotas que golpean en el exterior, monótonas, frías pero suaves, como cuando empapaban mi piel mientras tú me empapabas con tus besos, dulces, salados, ardientes, besos ansiados, robados, pero nuestros al fin y al cabo. Gotas que me provocaban escalofríos, o tal vez fueran tus besos, no lo sé, me encojo de hombros... ahora ya no empapan mi piel, sino que calan mi alma, se cuelan por los resquicios rotos que dejaste a tu paso, como el hielo resquebrajado en primavera.


Lluvia que rompe sobre el tejado, el recuerdo de mis tacones, altos, color rojo pasión, como mi vestido, como la pasión inexistente ya entre nosotros de la que huyen mis pies, mis tacones de aguja interminables. Tan interminables como los recuerdos que ahora vienen a mí, la lluvia, tus besos de sal, de sueños, de amor.

Noches enteras perdidas entre sábanas, palabras que el viento se llevaría tiempo después, caricias, cuerpos que se buscan en la oscuridad. Noches mías, tuyas, nuestras, escuchando la lluvia caer apoyada en tu pecho, protegida, lejos del mundo.

Hoy la lluvia vuelve a caer, pero en tu lugar sólo queda ya el recuerdo, recuerdo que se pierde, se difumina ya tras la tormenta. Lágrimas que saben ahora a sal, como tus besos. Olor a hierba mojada, como cuando cada mañana abrías con cuidado la ventana creyendo que aún dormía, olor a champú, como cuando jugabas con mi pelo entre tus dedos, como cuando jugabas conmigo a vivir, a soñar, a vivir de sueños. Ya no escucho nada... tan sólo un eco, pasos perdiéndose en el horizonte como un día me perdí yo... Pasos... de unos zapatos rojo pasión.

2 comentarios:

Gato Negro dijo...

Ché me re gustó esta entrada. Muy linda, te gusta escribir a vos tambien. Te felicito :D

Anónimo dijo...

Es preciosa... aunque triste :(